dilluns, 14 de juliol del 2008

PARIDA 22

Como ya hace tiempo que no os informo de como me va la vida, os diré que he encontrado novia, y nos va muy bien, ya llevemos un par de años, y os contaré algunas de las cosas que nos han pasado:

1. Lo que me pasó en los dientes, no fue por un balonazo, fue por una partida de truc que se hizo muy larga.
2. Cuando nos conocimos, nos enrollamos en seguida. Una vez acabamos me preguntó si tenía la SIDA y le respondí que no. Me dijo: - Menos mal, ya sería casualidad agarrarla dos veces en una semana.
3. Cuando celebramos el primer aniversario me dijo que si matábamos a un pavo y nos lo comíamos. Yo le contesté: Y qué culpa tiene el pobrecito animalito? Podríamos matar a tu prima que nos presentó en la discoteca.
4. Y es que a veces hemos pasado malos momentos, pero los superamos, porque ya desde un principio mis amigos estaban en contra. Me preguntaban como era que salía con ella, de tan fea que era, y yo les respondía que tenía una cosa que no tenían las otras mujeres. ¿Y qué es? Se preguntaban. Que es la única que quiere salir conmigo.

Ahora ya no somos novios, el ‘Backyard Boy' vuelve a estar libre, hemos roto porque:

a. Me dio a elegir entre el ordenador y ella. Teniendo Internet, aún no la echo en falta.
b. Compró un perro, y me tocaba cuidarlo a mí mientras ella iba a hacerse cafés. Me cogió tanto cariño que era el único ser viviente que se arrimaba a menos de 10 cm. de mis cojones. Y un día me dice que parece que quisiera más al perro que a ella; y le dije: - No tonta, os quiero igual (Homenaje al Buenafuente). Y me pilló la mentira, sólo quería al perro.
c. Y es que me percaté que no la quería cuando descubrí tres veces que no la aguantaba ni a ella ni a su familia.
C1. Hablando con un amigo, cuando se descubrió que me ponía los cuernos, me dijo que por qué ella me era infiel, que si era enfermedad o fue una vez. Nada de eso, lo es por costumbre.
C2. Hablando con otro amigo poco después, me confesó que ella le pidió 30 € cuando se acostaran juntos... Y a mí me pedía 50.
C3. Y, finalmente, un día me vieron todo preocupado caminando por la calle. ¬- ¿Xe, Blas donde vas con esa cara? – Fuá, es que ayer casi atropello a mi suegra. – ¿Y como ha sido eso? ¿Que te fallaran los frenos del coche? – no, nada de eso. Lo que fallaron fueron el acelerador, mis cálculos y que no pensé en la rapidez que puede llegar a tener una mujer de cincuenta años.

¿RECUERDA QUE TODO ESTO ES MENTIRA, PERO, NO ES CIERTO QUE PARECE VERDAD?