dissabte, 12 de juliol del 2008

PARIDA 14

¿POR QUÉ NO LIGO?

Un día iba caminando por la calle cuando, de repente, se me apareció la Salma Hayek con una teta fuera, un pezón que decía “¿tienes frío o es que te alegras de verme?”, y también con el dedo corazón a la boca, chupándoselo como si fuera un calippo y se le fuera la vida en ello. Yo pensé, - creo que hoy sí que ligo-, y me dirigí hacia ella; pero no sé por qué motivo, cambió el semblante de la cara y me preguntó si había algún hospital cerca, que se había chafado el dedo con un martillo y que la silicona del pecho le hacía daño. Así que me fui a casa, continuando con la canción que estaba cantando a viva voz mientras se arrimaba ese “bellessssón”: Locomía, modo, modo locomía. Necesito saber qué falló.
Otra noche, de fiesta al Carmen, se me cruzó una muchacha de estas que me gustan a mí: con carne por todos los sitios, cabellos cortos o no demasiado largos (a ser posible con dos coletas del tipo colegiala), una cara normal pero bonita, y si es alérgica a la cebolla me caso con ella pero ya. Me dijo: “Me he dejado las llaves en casa, mis padres están de viaje y no tengo nada de ropa para dormir... Sólo necesito un lugar a tu lado o encima tuyo”. Naturalmente le dije que se buscara otro lugar, que yo no soy ninguna ONG. También tengo mala suerte, en lugar de encontrarme una muchacha que me dijera si quería acostarme con ella, me encuentro una que me quiere espachurrar y ocuparme media cama. Ya es bastante pequeña mi cama, que deberíamos de haber estado toda la noche ‘arrepretados’ para no caerse, como para quitarme espacio. Necesito saber qué falló.
Una noche, me tiró la caña la ninfómana de Sueca, de unos 40 años, que sería una mezcla de Chuky, Pipi Calzaslargas y Pozí. Huí... (Esta ocurrió de verdad, que también es mala pata).
Un año me fui en un crucero del tipo de Titanic, no del de la peli Boat Trip, y allí vi a una chica bailar, y me acerqué poco a poco, como los leones de los documentales de La 2. Cuando me encontraba a su lado, olí un fuerte olor a cazalla, y pensé que esa era la mujer ideal para un chico de pueblo como yo. De repente, salió del gran salón como la Cenicienta, y la perseguí hasta o la proa, o la popa, o la proa, o la popa, o la proa, o la popa, del barco. Bien, que la encontré y le robé un beso. Le dije: - Tienes un sabor especial a la boca, como una mezcla. Y me respondió: - Acabo de vomitar. Necesito saber qué falló.
También me tiraren una flor a los pies yendo por Valencia las tres muchachas de portada de este mes de las revistas SIETE, FHM y MAXIM. Me giré y dije que si tenía cara de tiesto o qué. Ellas que vayan ensuciando las calles, que si me enfado las denunciaré a la Guardia Civil. Necesito saber qué falló.
Eh, pero no penséis que no sé ligar, que una vez compartí mi vida con una muchacha durante una hora, y mira que me lo curré. Para crear un ambiente adecuado le puse un disco que había grabado especialmente para la ocasión. Comencé con Camilo Sesto (Vivir así es morir de amor) y continué con Las Grecas (Te estoy amando locamente), entonces ella apagó la mini cadena. Después decidimos ver una película y ella quiso poner Los diez Mandamientos. Pero se empecinó en ir directamente a la escena de la orgía, y yo le decía que prefería ver cuando Moisés abre las aguas del Mar Rojo. También se enfadó. Entonces, como yo me había quitado las zapatillas y no sabía donde las había dejado me fui a la habitación a por unas otras, porque el ambiente se estaba cargando, y no de ambientador ni de tensión sexual precisamente.
Sin embargo solo había unos zapatos de talón de aguja de color rojo fuego y me los puse. De repente, ella entró por la puerta, me cogió del cuello, me quitó los pantalones, los calzoncillos (eh, sin ningún palomino) y allí me violó. Fue mi experiencia sexual más duradera. Solamente acabé, ella salió huyendo diciendo: “Eres el peor amante que he tenido”. Me gustaría saber como puede saberlo en un minuto escaso. Necesito saber qué falló.